A 134 AÑOS DE OROZCO, MURALISTA.
El 23 de Noviembre de 1883 nace José Clemente Orozco en Ciudad Guzmán, Jalisco, considerado actualmente uno de “los tres grandes del muralismo” mexicano.
Transcurre gran parte de su vida en la Ciudad de México, donde ingresa a la escuela Nacional Preparatoria y posteriormente a La Academia de Bellas Artes de San Carlos, donde comienza sus estudios relacionados con el arte.
Orozco inicia su vida artística, manejando la ilustración y el grabado, trabajando para periódicos como, El Imparcial, El Malora, La Avanzada y el Hijo del Ahuizote; dando vida e imagen a la ferozmente perseguida crítica al régimen porfirista del que fue contemporáneo.
Orozco fue constante al retratar la violencia, la desolación, la despedida, la barbarie y el dogma, en sus más crudas caras, no titubea al criticar la religión a través de la plástica, proviniera de donde proviniera, ya fuera prehispánica , ya fuera cristiana.
Comenzó su primer fresco de gran formato en la Escuela Nacional Preparatoria, entrando a la carrera muralista casi a la par de Rivera y Siqueiros. A diferencia de ellos, conservó en todo su trabajo y trayectoria posterior una desacralización de la historia oficial, la justicia y sociedad; a pesar de ser contratado por el propio gobierno para inmortalizar el movimiento revolucionario, de forma didáctica y monumental.
Retrató de forma burlona y caricaturesca a las clases acomodadas y adineradas que despreciaban la pobreza que inundaba las calles y la vida cotidiana; mantuvo un estilo lúgubre, serio y fuerte; con tonos oscuros y rojizos, como casi todo el muralismo mexicano. Cuando retrató al indígena y los revolucionarios lo hizo sin énfasis en los rostros; se convierten en luchadores casi anónimos; todos rostros severos inmersos en la cruel realidad de la guerra civil mexicana, igual de importantes, igual de olvidados, mueren y sufren siendo ellos los verdaderos actores del conflicto. En cada pintura hay una despedida, un personaje lúgubre y un rojo violento.
No podemos ignorar que el trabajo de José Clemente Orozco y la realidad política y social que vivimos en el México contemporáneo, se relacionan; cobra vida y resurge de los viejos palacios y sedes públicas, para hacer sombra en la conciencia de la vida política nacional. No deja de intimidar a cuantiosos políticos y líderes sociales y hasta críticos de arte, y más cuando desafortunadamente sus temas se tornan vigentes conforme nos sumergimos en una crisis social cada vez más profunda.
Reviviendo la denuncia que a través del muralismo dejó para la posteridad, hoy en cumpliéndose 134 años de su nacimiento, celebramos a uno de los grandes del muralismo mexicano: Orozco. Retomando nuestras raíces sin caer en el fanatismo, ni en el dogma... provenga de donde provenga.
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Por: @gdbuampol
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